lunes, 22 de febrero de 2010

Capítulo XXV L'esprit de l'escalier

En el sofá, desgajados le dije," si esto fuera una buena ficción en prosa seguiríamos tomando", y como soy muy tramposa estiré las gambas lo más que pude, hasta que se transformaron en juncos comestibles, después sentí que su rodilla accidentalmente rozaba mi pierna. Pensé, si esto fuera una buena ficción en prosa me habría besado y sacado la ropa, pero esto era mucho menos que eso, así que solo me besó.
Su cabeza rapada me hacía tantas cosquillas en las panza que ni siquiera tuve que fingir felicidad, ya estábamos adentro, ¿adentro de dónde? de esa masa neuronal que sólo algunos podemos interpretar, la gran isla desierta : es entender que hay una compañía esa noche y saberse solo (y no se puede salir). A propósito de esa frialdad un amor me dijo una vez: “no es que no puedas amar, sólo amas con capacidades diferentes” – véase también : la lisiada del clítoris, la pata de palo del coito, la no vidente de la testosterona en sabanas o la mudita de la chacón-.
En ese momento sentía que mis encías estaban listas para las pirañas, en algún lugar se que había dejado una red que me podía ayudar, traté de tantear pero la tarea se me dificultaba, Alex ya dejó de moverse. Se siente lindo tener peso encima, en invierno mi gata duerme sobre mi espalda, mi antigua novia hacia lo mismo pero ella lo llamaba de una manera particular, y hacíamos barquitos -por supuesto que siempre me tocaba ser la balsa pero no me quejaba-, era un placer sentir agua de arroz envasada y echarse a pensar que eso no podría durar demasiado, que eso era la parte feliz de una vida mierda y por qué no era al revés: la parte de mierda de una vida feliz... por qué todo no podía ser sentir peso de agua de arroz envasada y descansar y que la única parte de mierda de esa vida feliz fuera no meterse en los jardines ajenos, ni robarse la fruta ni su cerveza ni su mujer ni su hombre. Hubiera sido tan sencillo hacerlo, ahora estaríamos en nuestro departamento de la calle Ciudad De La Paz - qué otra calle nos podía tocar: una completa alegoría invertida-. De todas formas te recuerdo como la única persona que realmente me amó. Cuando nos estábamos dejando me repetías en el oído "no te lastimes Mathilda, no te lastimes" y heme aquí: con los dedos rotos y una especie de adicción a los sismos de un mínimo de 5.8 grados en la escala de Richter, oh Love, es evidente que habrás dejado de meditar por mí, puesto que tengo un ancla en la garganta del carguero más grande del mundo, te contaría los dolores que me causa los días en que se quiere escapar. Alex sigue escuchando la danza secreta de mis entrañas y pienso: este pibe no debe ser consciente que soy un odre lleno de viseras oscuras que nunca conocieron la luz, con sangre que va y viene y desechos en distintas fases de descomposición ayudados por los ácidos que mi mismo cuerpo produce. Reflexiono, la verdad que yo tampoco soy consciente, la última vez que practiqué el canibalismo me devoré -secretamente- el alma de un buen muchacho y ahora anda por la calle autoproclamándose rudeboy, ¡pobre infeliz!, pero eso no cuenta como canibalismo, me lo dijo mi consejero que tiene un sello de docto, y que por no contradecirlo le di la razón pero entre nosotros devorar un alma se trata de un caso de canibalismo avanzado.

ahora empezaba a escuchar I'M Gonna Pick Up My Toys (And Go Home) una canción bastante estúpida -teniendo en cuenta las circunstancias- sin embargo, entendía el por qué había puesto algo de soul: le encantaba verme pavonear mis pantolones mientras sacaba botellas de la heladera , ¿ese tema había estado sonando toda la noche?, debo creer en mí y pensar que así lo fue, no tenia memoria que hubiera pasado otro tema del disco- definitivamente una mala pasada: de él, del reproductor o del destino-. Repaso los últimos momentos de las últimas cuatro horas, sonrío después sonrío -esta segunda vez de los nervios- lo recuesto a Alex en el sofá, le saco los zapatos, le meto la lengua entre los dientes ni siquiera cerró los ojos. Cuando estoy bajando la escalera y por inercia saludando al portero, pienso, como en delay me llegan un torrente de acciones: alguien va a tener que limpiar el lugar, llamar al 911, ir al hospital, comerse una entrada, ...y sonrío, esta vez se me ven los dientes, ...alguien va a tener que llamar a su madre, alguien va a tener que decir "lo siento", alguien va a tener q dar una explicación larga larga larga, y sonrío, estos borcegos si que se dejan andar en la lluvia, alguien va a tener q ir a sacar esos gatos de su alrededor que están maullando como la san puta a la Muerte, alguien por dignidad va a tener que cambiarle el disco –aunque no es para nada indigno morirse con un poco de northen soul, de seguro cuando me llegue la hora se escuchara en el rington de una enfermara a billy idol (en el mejor de los casos)- y pienso: si esto fuera una buena ficción en prosa tendría que volver ...

...o no.

3 comentarios:

brilluda dijo...

putísima madre
putísima siempre
me gusta leerte
me celebro seguidora
en un acto no tan egoísta,
no tanto

Maba dijo...

Me recree toda la situacion,(que mala) jajajaa besos, muasss

nomeacuerdo dijo...

Soy fran... hice un blogsito... besos...

yo tambien compro...