lunes, 2 de marzo de 2009

Sobre epítetos

Un pasillo envuelto en grises con la perversidad que uno a esa edad no puede distinguir pero intuye… mis manos temblaban, “son damas”, dijo Pipito sonriendo, antes de q las desenvolviera, evaporando todo objetivo de envolver un regalo de cumpleaños, lo peor es que eran damas, ya no eran autos de colección o una de esas colonias baratas que le dejaban los cachetes bien colorados a uno … lo peor es q eran damas, pero para ese momento ya poco importaban los simbolismos o los regalomensajes de cumpleaños. Y creo q ya lo había entendido antes, desde el momento en q mi padre dijo con desánimo: “Andá, Elraúl te está esperando”. Y con esa certeza de destino acomodé el cuello de mi corbata, levante levemente el mentón y camine hacia el final del pasillo.
El patio daba a la calle, asi que recalculé el cálido abrazo por un apretón de manos. Los ¨cuatro niños envueltos¨ que siempre estaban en la esquina mirando el barrio pasar, parecían estar entretenidos con una suerte de bragueteada ocasionada por unos tacones colorados, dije parecían, porque ni bien dobló la esquina Alberto, el peluquero, se escuchó: ¨¡La bala que dobló la esquina!¨. No pude evitar sonreír por el comentario tan certero, cuando por segunda vez, pero cambiando de destinatario, me gritó uno de los cuatro niños envueltos: ¨Mirá, el puto se ríe del degollado¨. Yo conteste sin sacar las manos de los bolsillos y aguantando con la mirada: ¨sobre putos no hay nada escrito¨. Y ahí terminó el asunto y yo ya empezaba a enfrentar a mi destino.

-----------------------------------------------------------------------M M

No hay comentarios: